PRINCIPALES PLAGUICIDAS-BIOCIDAS DE USO GANADERO.
Los plaguicidas-biocidas de uso ganadero se pueden clasificar dentro de los siguientes grupos:
Amonios cuaternarios: Son sustancias catiónicas. Plaguicidasbiocidas efectivos en la inhibición del crecimiento de las bacterias, más que, en la destrucción de las mismas, siendo efectivos frente a gran cantidad de bacterias. Son más efectivos frente a Gram positivos que trente a Gram negativos. Tienen capacidad virucida sobre virus lipofílicos. También son esporostáticos, aunque no esporicidas.
Por sí solos tienen poca actividad surfactante, por lo que se suelen formular con detergentes no-iónicos compatibles para aumentar el poder de detergencia. Su actividad se ve afectada por la presencia de materia orgánica, por lo que es importante la correcta limpieza antes de su uso como plaguicida-biocida de uso ganadero.
Los amonios cuaternarios son formulados a veces en combinación con otras sustancias activas para aumentar su eficacia frente a Gram negativos, como es el caso del glutaraldehído, que se combina con los amonios cuaternarios para eliminar un amplio espectro de microorganismos más rápidamente que aplicando sólo el glutaraldehído.
Fenoles: Sustancias derivadas del alquitrán, que actualmente casi no se utilizan debido a su gran toxicidad y corrosividad, aunque sus homólogos (cresoles, xilenoles y etilfenoles) aím se usan. Tienen un gran efecto sobre bacterias, virus, hongos y mycobacterias, aunque casi no tienen capacidad esporicida. Tienen poca actividad de superficie y normalmente se han formulado con jabones para incrementar su poder de penetración.
Halógenos: Entre los productos halogenados se pueden señalar como los más interesantes el cloro y el yodo. Uno de los más conocidos son las soluciones de hipoclorito sódico (lejía). Son muy efectivos frente a todo tipo de microorganismos, pero pierden la mayoría de su actividad en presencia de suciedad. No tienen poder detergente, por lo que se han formulado con otros detergentes como jabones, sulfonatos, etc., para mejorar su detergencia. Tienen baja toxicidad.
Fenoles halogenados: Son fenoles a los que se les ha sustituido en su molécula átomos de hidrógeno por átomos halógenos, normalmente cloro o bromo. La halogenación de la molécula altera significativamente las propiedades fenólicas. Estas sustancias son menos solubles, menos corrosivas y menos tóxicas que el fenol y poseen mayor actividad frente a Gram positivos y Gram negativos, pero menos efectividad en presencia de materia orgánica.
Aldehídos: Algunos aldehídos tienen un amplio espectro de actividad frente a bacterias, hongos, mycobacterium, esporas y virus. Pertenecen a este grupo compuestos como formaldehído, glutaraldehído, glioxal o glicilaldehído, siendo el glutaraldehído el más activo de todos (hasta tres veces más activo que el formaldehído). Todos los aldehídos pueden actuar en condiciones de presencia de suciedad, actuando a bajas concentraciones. Últimamente, los aldehídos se han formulado conjuntamente con Amonios Cuaternarios o Anfotéricos para conseguir un efecto sinérgico, obteniendo una acción más rápida y una mayor actividad frente a un amplio espectro de microorganismos.
Biguanidas y biguanidas poliméricas: se incluyen en este grupo sustancias como la alexidina, clorhexidina y biguanidas poliméricas. Este grupo de sustancias tiene un amplio espectro antibacteriano, pero tienen pocas propiedades fungicidas y virucidas. Son incompatibles con detergentes aniónicos y compuestos aniónicos inorgánicos.
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Fig. 17.- Precinto. Fig. 18.- Secado del vehículo.
Compuestos a base de Yodo: El yodo por sí mismo no es muy soluble y generalmente es bastante tóxico, corrosivo y tiñe, aunque es uno de los plaguicidas-biocidas más activos. Los yodóforos no se suelen mezclar con otros productos.
Alcoholes: Aunque se han utilizado mucho como plaguicidas-biocidas de la piel, no son particularmente activos. De todos modos, se han utilizado de forma extensiva como solventes en formulaciones de plaguicidas-biocidas en combinación con fenoles, halogenados, amonios cuaternarios y clorhexidina.
Ácidos: Los ácidos inorgánicos se utilizan como limpiadores. Tienen propiedades microbicidas debido a su pH, aunque actúan lentamente. Los ácidos inorgánicos son limpiadores eficaces, pero tienen muchas limitaciones debido a su corrosividad sobre piel y materiales.
Por otro lado, los ácidos orgánicos se han utilizado en formulaciones plaguicidas-biocidas para aumentar las propiedades virucidas y fungicidas.
Agentes oxidantes: El peróxido de hidrógeno tiene buenas propiedades antibacterianas. No es bueno como fungicida y los microorganismos que tienen catalasas son resistentes. Son muy reactivos, no son muy estables y fácilmente destruidos por álcalis. El ácido peracético tiene buena actividad frente a todo tipo de microorganismos, incluyendo esporas y es activo en presencia de materia orgánica, aunque otros compuestos como percarbonato y perlactato son inestables y se utilizan poco en la desinfección. También tienen acción oxidante los compuestos a base de monosulfonatos de sodio y potasio, que además de tener un amplio espectro no son corrosivos y poco tóxicos para el medio ambiente.
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Fig 19. Inspección visual de limpieza. Fig 20. Balsas de decantación.
Álcalis: Hidróxido de sodio, de potasio y cálcico, se han utilizado mucho por sus características como limpiador en industrias de alimentación. Tienen propiedades microbicidas, aunque su actividad es lenta. Su actividad se incrementa con el aumento de temperatura y son bastante corrosivos, por lo que se deben manipular con cuidado.
Agua: Aunque no es propiamente un plaguicida-biocida, conviene recordar que el agua caliente a partir de 86°C tiene un efecto biocida de amplio espectro, no dejando obviamente ningún tipo de residuo.
En el Anexo I se presentan los espectros de actividad, las ventajas e inconvenientes de los principales grupos de plaguicidas-biocidas que, sin ánimo de ser exhaustiva, puede servir como guía de consulta rápida para la elección del más conveniente en función de la finalidad perseguida.
En el anexo II se presentan las recomendaciones de la Oficina Internacional de Epizootias para la eliminación de determinados agentes patógenos.
PRECINTADO DEL VEHÍCULO.
Una vez desinfectado el vehículo, se colocará el oportuno precinto o precintos sobre las puertas o elementos de acceso del ganado, productos para la alimentación animal o subproductos, a la estructura de carga del vehículo.
El precinto o precintos se adaptarán a la forma y condiciones de los elementos en que se transporte, dentro del vehículo, el ganado, los productos para la alimentación animal o los subproductos.
En el precinto deberá figurar el número de registro oficial del centro y el número de precinto.
OTRAS NORMAS
E1 recorrido del vehículo debe ser, preferentemente, hacia delante, no retrocediendo hacia las zonas sucias por las que ha pasado. El vehículo debe ir de zona sucia a zona limpia.
El personal del centro no deberá moverse directamente, sin tomar las medidas oportunas, de la zona de limpieza a la zona de desinfección de vehículos.
La utilización por los trabajadores de equipos de protección individual se realizará de conformidad con lo dispuesto en el Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
CERTIFICADO.
La realización de las operaciones de limpieza y desinfección de cada vehículo quedará justificada mediante la emisión del certificado o talón de desinfección en el que figuren como mínimo los siguientes datos:
- N° del certificado o talón.
- Localización del centro de limpieza y desinfección (comunidad autónoma, provincia y municipio).
- N° de Registro de inscripción del centro.
- Matrícula de) vehículo.
- Nombre, apellidos y DNI del titular del vehículo o transportista.
- Plaguicida-biocida de uso ganadero utilizado.
- Número de precinto.
- Fecha y hora de finalización de las tareas de limpieza y desinfección.
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Fig 21. Limpieza de un Clyd. Fig 22. Trabajo administrativo de un Clyd.
- En el caso de vehículos de transporte de ganado, número o código de autorización del vehículo.
- Nombre y apellidos del responsable del centro.
- Sello del Centro de limpieza y desinfección.
- Lugar, fecha y firma.
En el certificado se hará constar que se ha procedido a la limpieza y desinfección del vehículo señalado y a la colocación del precinto o precintos sobre las puertas o elementos de acceso del ganado, productos para la alimentación animal o subproductos, a la estructura de carga del vehículo.
En caso de transporte de ganado, el certificado o talón emitido por el centro de limpieza y desinfección tendrá validez desde el precintado del vehículo hasta la finalización del primer traslado de ganado posterior a la rotura del precinto.
La autoridad competente podrá poner un plazo máximo de validez del precinto.
El transportista, al menos durante el transporte y hasta que efectúe la siguiente limpieza y desinfección, conservará el correspondiente certificado o talón a disposición de las autoridades competentes en materia de sanidad animal o de tráfico y circulación de vehículos a motor por carretera.
Cada centro deberá llevar un registro en soporte papel o informático, que deberá conservarse y mantenerse a disposición del órgano competente de la comunidad autónoma o de las ciudades de Ceuta y Melilla, durante, al menos, tres años, y contendrá los siguientes datos mínimos:
- Matrícula del vehículo (incluida en su caso la del remolque).
- Fecha y hora de finalización de las tareas.
- Cualquier observación o incidencia apreciada durante las operaciones de limpieza y desinfección.
- Plaguicida-biocida de uso ganadero utilizado
- Número de certificado o talón expedido.
Se conservará, a disposición del órgano competente de la comunidad autónoma o de las ciudades de Ceuta y Melilla, durante, al menos, un año, copia de cada certificado o talón expedido.
Programación del transporte.
Para el cálculo del periodo de inactividad ideal después de la limpieza y desinfección de camiones se deberán tomar en consideración tanto la economía como los riesgos, pero como ejemplo, puede valer la cifra de 12-24 horas. Salvo excepciones, pocas veces se alcanza este periodo.
CONTROL Y VERIFICACIÓN DE LA LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN.
Esta área es muy importante. Si se usa un APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos), este control resulta esencial, pero incluso si no se sigue este análisis, éste se hará necesario para garantizar que el programa de bioseguridad en el vehículo se sigue de forma adecuada.
Existen tres métodos fundamentales para controlar si la limpieza y desinfección de un vehículo se ha realizado correctamente.
Inspección visual.
Dará una buena idea de la calidad de la limpieza visible, pero nada más. La inspección del vehículo se podrá hacer en el área de escurrido y secado. Empezar por inspeccionar las ruedas, los guardabarros, si es posible mirar bajo el vehículo y controlar siempre la caja y la cabina.
Dentro del vehículo, inspeccionar cuidadosamente si hay cualquier resto de excrementos o de otro material que no se ha eliminado. Mirar bajo las puertas y en las rendijas y ángulos. La rampa y la plataforma de carga exigen especial atención.
Almohadillas y cultivos bacterianos.
Hay procedimientos especiales según los cuales las áreas a inspeccionar se limpian con almohadillas, sometiendo éstas a cultivo, haciéndose una valoración cualitativa de los resultados.
Este método tiene la gran desventaja que necesita 48 horas para tener los resultados (el método sólo controla el crecimiento de bacterias), y ello hace que el método sirva mejor para el control del sistema de limpieza que el de los camiones limpios.
Detección del Trifosfato de Adenosina.
Este compuesto está presente en los restos orgánicos, los excrementos, las bacterias, los hongos y los parásitos, pero no los virus.
El método produce resultados rápidos, pero los costes son altos. Al depender de los ajustes de sensibilidad usados es más una medida de la eficacia de la limpieza que del éxito del plaguicida-biocida.
En la actualidad no hay un método económico para controlar la desinfección de un vehículo una vez que está seco.
EI coste de la bioseguridad en el transporte se menciona frecuentemente como un problema, pero se debe recordar que sus fallos pueden resultar catastróficos para la salud y los beneficios de las explotaciones y algunas veces para la totalidad de luna determinada especie de la cabaña ganadera. Por lo tanto, la bioseguridad en el transporte debe ser una parte fundamental de las regulaciones para el control de enfermedades.
SISTEMAS DE GESTIÓN DE RESIDUOS EN LOS CENTROS DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE VEHÍCULOS.
Los residuos generados por estas instalaciones son de diferentes características, y como tal necesitan disponer de distintos programas de gestión de estos residuos para su utilización o su eliminación.
Este tipo de residuos no suelen ser peligrosos por ser biodegradables, pero su gestión proporciona una serie de parámetros que nos indican el grado de contaminación del agua que ha sido utilizada en el proceso. Entre ellos tenemos:
- La demanda biológica de oxígeno (DBOS) del agua, se define como la cantidad de oxígeno disuelto en el agua que es consumido por oxidación microbiana en una muestra incubada en ausencia de luz durante cinco días a una temperatura de 20° C.
- La DBOS es un índice de la cantidad de materia orgánica biodegradable.
- La demanda química de oxígeno (DQO) mide el oxígeno disuelto en el agua que es oxidado químicamente.
Este parámetro da idea de la cantidad de materia orgánica total, la cual es mayor que la materia orgánica biodegradable.
- Concentración de sólidos en agua.
Este índice, junto con el DBOS, da idea de la intensidad de depuración de los efluentes generados.
Los efluentes si se descargan directamente en una corriente fluvial crean problemas de contaminación.
Las características de los efluentes liberados son establecidas por la autoridad competente.
En los efluentes líquidos se eliminan, en primer lugar, los residuos sólidos que tienen, cuya cantidad varía según la forma de realizar la primera limpieza (eliminación de residuos sólidos) al vehículo.
El resultado de esta primera práctica se hace pasar por un depósito decantador.
Estas operaciones, pretratamiento, tienen una serie de ventajas:
- Reduce la cantidad y los costes de tratamientos posteriores a que se deben someter los efluentes.
- Reduce considerablemente las tasas municipales del vertido.
- Reduce la responsabilidad de la empresa en cuanto a la liberación de efluentes con alto grado de DBOS.
La elección del tratamiento más adecuado depende del coste, del nivel de DBOS que se necesita cumplir, del nivel de olores, del espacio disponible para la instalación del tratamiento, etc.
En las instalaciones que nos ocupa, uno de los tratamientos adecuado es el biológico de oxidación total.
Se trata de un sistema eficiente y económico que cuenta con una única etapa en la que tiene lugar la depuración de las aguas por oxidación.
Por todo lo anteriormente expuesto, la Dirección General de Ganadería recomienda para una desinfección rutinaria de vehículos dedicados al transporte de ganado o subproductos no destinados al consumo humano, así como de cualquier vehículo empleado para acceder a explotaciones ganaderas, el uso de productos comerciales autorizados or la misma para Uso Ganadero basados en combinaciones de amonios cuaternarios (especialmente Cloruro de didecil dimetil amonio) con uno o varios aldehídos (especialmente glutaraldehido), o bien compuestos por agentes oxidantes a base de monosulfonatos de sodio y potasio, sin excluir el uso de otros tipos de productos en función de necesidades específicas de desinfección.