Hablar en público y tener éxito.

INTRODUCCIÓN.

 

Una conferencia puede resultar un verdadero éxito o un fracaso total en función de la habilidad del orador y de si la charla se adecúa al objetivo buscado.

Según Zig Ziglar, autor y orador en el campo del liderazgo y la motivación “hay investigaciones que demuestran que el 85% de nuestro éxito depende de nuestras habilidades de relación y comunicación”.

En la empresa y, en realidad en cualquier actividad, la forma en la que nos comunicamos es el patrón por el que se nos valora, por ello es tan importante formarse en este aspecto y, como la manera más fácil de entender las cosas es a través de un ejemplo, ya que de esa forma lo “vemos” y lo podemos integrar a nuestras habilidades casi sin darnos cuenta, es la forma que hemos elegido para mostrar las características de un buen conferenciante.

El objetivo de este libro es avanzar en la capacidad analítica, para:

  • Expresarnos con mayor seguridad y confianza.
  • Captar y mantener la atención de los demás.
  • Escuchar” activamente a nuestros interlocutores.
  • Mantener una estructura eficaz y
  • Obtener los objetivos deseados siendo auténticos y respetando tanto nuestra forma de ser y nuestros sentimientos, como los de los demás.

Como esta “píldora” de conocimiento está pensada más como una clase práctica que como un libro, lo importante no es tanto la teoría que contiene, sino que te fijes en la charla y vayas revisando a cada paso lo que se comenta, ya que de esa manera, cuando tú estés exponiendo serás consciente de esas habilidades o dificultades y podrás estar atento a cómo lo haces tú e ir modificando tus exposiciones hacia patrones de éxito.

La observación es uno de las técnicas de aprendizaje más efectivas, por ello, iremos observando las características de un buen conferenciante de la mano de Randy Pausch, profesor de Carnegie Mellon University en Pensilvania.

Mira con atención el siguiente vídeo de la conferencia de Randy:

http://www.youtube.com/watch?v=bdOmK1IWzU

Pongo otro enlace por si alguno de los dos no funcionara:

http://edant.clarin.com/shared/v8.1/swf/fullscreen_video.html?archivo=http://vid eosfla.uigc.net/2008/07/29/rp.flv Impresionante ¿verdad?

A Randy le diagnosticaron en agosto de 2007 un cáncer terminal con un pronóstico de vida de 3 a 6 meses. Dio su última conferencia “Really Achieving Your Childhood Dreams” (conseguir los sueños de la infancia) el 18 de septiembre de 2007 y murió el 25 de julio de 2008, pero nos dejó un magnífico ejemplo de vida que nos puede servir, no solo para vivir mejor, sino para aprender a hablar en público y convencer. Gracias Randy.

Una vez que lo hayas visto una primera vez, te aconsejo mirarlo de nuevo con atención y tomar notas sobre lo que crees que hace bien Randy como conferenciante, así podrás compararlas con el análisis que iremos haciendo a lo largo de las siguientes páginas, en las que estudiaremos las habilidades necesarias para convertirse en un excelente orador.

Empecemos por una de las más importantes:

 

1.El poder de la naturalidad

 

Dicen que el miedo a hablar en público es uno de los temores más extendidos en la sociedad occidental; no sé si será así, pero es cierto que a muchas personas les cuesta ponerse delante de una audiencia (sea ésta grande o pequeña), tomar la palabra y transmitir de forma convincente sus ideas.

Una de las mejores formas de conseguirlo es actuando con naturalidad. No sirve que “intentemos” hacerlo bien, o que tratemos de ser abiertos si somos tímidos, ni hacer como si supiéramos mucho de un tema cuando no es así, lo que sí funciona es ser auténtico, es decir respetar tu verdadera forma de ser, porque:

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Si trato de aparentar algo diferente a lo que soy, mis interlocutores lo van a notar (aunque sea de forma inconsciente) y perderé credibilidad.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Eso significa aplicar la inteligencia emocional a la conferencia, no solo las técnicas de hablar en público que encuentras en cualquier manual, y es lo que veremos en los siguientes puntos.

Fíjate en la naturalidad con la que Randy empieza a hablar. Vuelve a mirar el vídeo hasta el minuto 00:25.

Él no trató de darse importancia, ni se puso chaqueta y corbata aunque fuera a participar en el programa de Oprah Winfrey y le fueran a ver millones de personas, él apuesta por ser él mismo, ni siquiera excesivamente sonriente. ¿Cómo iba a sonreír?

En cambio opta por hablar desde el fondo de su ser, sin fingir, pero intentando que, para los demás, la charla no resulte demasiado desgarradora, ya que quiere destacar la parte positiva, el hecho de haber elegido disfrutar de cada momento que le quede de vida. De esa forma él se respeta a sí mismo y al mismo tiempo respeta a la audiencia, no poniéndola en una situación límite.

2.¿Para quién hablas?

 

Ten en cuenta que la naturalidad, no solo es respetar nuestra forma de ser, sino la de los demás, la de esas personas que escuchan. Si soy consciente de que son de una determinada manera, o tienen unos conocimientos específicos, debo tenerlo en cuenta y eso lo conseguiré informándome sobre ellos y “escuchando” la forma que tienen de atender a la charla y sus reacciones.

Muchas veces le damos una gran importancia a cómo emitimos, si hablamos bien o mal, si tenemos buen material o no, pero no nos damos cuenta de que nos olvidamos de prestar atención a las personas que nos escuchan: si tienen cara de interés o si por el contrario se aburren, si parece que entienden lo que se expone o están perdidos, etc.

Como dijo aquel: lo peor no es ver como alguien de la audiencia mira el reloj, lo peor es si una vez mirado le da golpecitos con el dedo índice y se lo lleva a la oreja para ver si funciona.

Aunque sea una broma, es algo muy serio, no observamos con suficiente atención a la audiencia porque estamos demasiado preocupados por quedar bien. “Yo, yo, yo” el ego es un gran enemigo a la hora de exponer. Déjalo al margen y preocúpate de que te entiendan.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

La verdadera protagonista de una conferencia o de una reunión debería ser la audiencia; ni el ponente ni el Power Point .
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Por eso, cuando uno va a preparar:

  • Una ponencia
  • Una presentación
  • Una reunión

Lo primero que debería hacer es ponerse la “gorra” de las personas que le van a escuchar:

  • ¿Por qué están ahí?
  • ¿Qué esperan obtener o qué buscan?
  • Si yo quiero “venderles” algo, aunque sea una idea, debería preguntarme ¿qué problema de mi audiencia puedo solucionar?
  • ¿Cuánto tiempo tienen?
  • ¿Cómo consigo que no se haga pesado?
  • ¿Cuántas personas van a asistir? No es lo mismo que seamos 2 o 3 personas a que seamos 15, 100 o 1.000, tanto los medios como el formato deben ajustarse.

Porque cuando uno escucha a otro en una reunión o en una presentación, invariablemente está en:

“¿Y de lo mío qué?”

  • Si es una reunión interna estará pensando en lo que le afecta a él/ella o a su departamento.
  • Si es un curso estará comparando todo lo que dice el ponente/profesor con su forma de actuar.

Si es una ponencia, estará buscando cómo puede aplicar él/ella lo que está escuchando.

 

 

Dejar un comentario