La práctica deliberada
Condiciones para el desarrollo de la competencia experta
A partir del trabajo de Ericsson, Krampe y Tesch-Römer (1993) se han sucedido una gran cantidad de estudios sobre el papel de la práctica deliberada en la adquisición de la competencia experta y la ejecución superior en diversos dominios específicos.
Lehmann (1997) destaca la importancia que tiene la práctica deliberada para la adquisición de la expertez en el campo de la música por parte de personas que están en vías de llegar a serlo. El autor presenta resultados que comparan indicadores de aptitud para la música con indicadores de adquisición de habilidades tales como la práctica y la instrucción, y encuentra evidencia de la importancia del esfuerzo deliberado, el establecimiento de metas y la supervisión de las actividades, para el logro de una práctica eficiente y una mejora en la ejecución. Los resultados de Williamon y Valentine (2000) indican que la ejecución de instrumentos musicales parece verse más afecta por la calidad que por la cantidad de práctica.
Práctica
En el campo de los deportes de equipo Helsen, Starkes y Hodges (1998) examinan la teoría de la práctica deliberada frente al .modelo de compromiso con el deporte. de Scanlan, Carpenter, Schmidt, Simon y Keeler (1993). Las dos teorías presentan muchas similitudes, aunque difieren en la consideración del carácter placentero o no de la práctica. En la primera parte de su estudio se indicó a tres grupos de jugadores de fútbol y hockey, de nivel internacional, nacional y provincial, que recordaran la cantidad de tiempo que dedicaron a la práctica individual y en equipo en actividades relacionadas con el deporte y a las actividades diarias desde el comienzo de su carrera. En la segunda parte de este estudio, los participantes evaluaron estas actividades en términos de su relevancia para mejorar la ejecución, el esfuerzo y la concentración requerida, y lo placentero de la actividad. Se encontró una relación monotónica entre la práctica acumulada y el nivel alcanzado, manteniéndose así la regla de los 10 años. Pero, al contrario de los resultados de Ericsson y colaboradores (1993) con músicos, las actividades relevantes se consideraron también placenteras, mientras la concentración fue una dimensión separada del esfuerzo. La concentración se refiere más al esfuerzo cognitivo requerido en la actividad, mientras el esfuerzo se refiere al esfuerzo físico. Los autores concluyen que, aunque no se puede establecer de forma definitiva que la competencia experta se adquiera sólo mediante la práctica deliberada, una vez que no se pueden hacer inferencias sobre la causalidad de otros factores diferentes a la práctica, ésta parece ser un factor necesario para el logro de la ejecución competente.
French y McPherson (1999) apoyan la teoría de que la práctica deliberada constituye un factor importante para la adquisición de la conducta y la competencia experta en el deporte, y se plantean un paso más allá, establecer un modelo de trabajo sobre qué tipo de práctica influye sobre los dos grandes componentes de la ejecución en los deportes, las habilidades motoras y la toma de decisiones. Las primeras, más relacionadas con los aspectos madurativos, y las segundas relacionadas con el conocimiento que posee el individuo y la forma de representación de ese conocimiento.
Factores
Sobre las complejas interacciones entre los factores hereditarios y la práctica en la determinación de la adquisición de la conducta y la competencia experta en los deportes, trata el trabajo de Singer y Janelle (1999). Los autores examinan de forma crítica la influencia de los factores hereditarios, estableciendo una diferenciación entre los factores que parecen estar determinados por la herencia genética en gran medida, y otros factores que se han considerado tradicionalmente resultado de la herencia (tales como atención, anticipación, y toma de decisiones) pero que en realidad parecen depender del conocimiento y la práctica. Por otra parte, se aborda el papel de la práctica, no tanto desde la perspectiva de la cantidad de práctica como de la calidad necesaria para lograr la competencia; discutiéndose a este respecto la importancia de la autorregulación y la simulación de competiciones. Los autores finalizan proponiendo un acercamiento integrador que termine con la confrontación entre los defensores del debate naturaleza-ambiente.
Declarando expresamente que .A pesar de la evidencia sustancial ofrecida por Ericsson y sus colegas en apoyo de la noción de la práctica deliberada, la influencia de los genes y los fenotipos genéticos sobre la competencia experta de los atletas no puede ser ignorada. (Singer y Janelle, 1999, p. 146)
Otro ámbito donde se ha examinado la importancia de la práctica deliberada, ha sido el de la programación de ordenadores. El estudio de Wood (2000) se planteó el objetivo específico de establecer la importancia relativa de la práctica junto a la inteligencia para predecir la ejecución en el trabajo. Los participantes fueron 32 programadores de ordenador agrupados en cinco niveles diferentes de trabajo, que prestaban sus servicios en una gran organización. Como medida de la capacidad intelectual general se empleó una batería de aptitudes para la programación de ordenadores y como medida de la práctica las estimaciones retrospectivas de los programadores del número total de horas dedicadas a la práctica. Los resultados en su conjunto revelaron una relación más fuerte entre capacidad general y nivel en el trabajo (r= .37) que entre la práctica y el nivel en el trabajo (r= .22). Sin embargo, cuando se eliminó la puntuación de un individuo que puntuó de forma significativamente a los demás (outlier) de los datos de la práctica , la correlación entre la práctica deliberada y el nivel alcanzado en el trabajo aumentó a r= .42. Además, con este .outlier. eliminado, la práctica contribuyó de forma significativa a predecir el nivel alcanzado más allá de la contribución del nivel de capacidad. Estos resultados revelan una relación entre la práctica y la ejecución en el ámbito de la programación de ordenadores, del mismo modo que se ha observado en artistas y deportistas.
El estudio de la influencia de la práctica en el trabajo se ha extendido al campo de los agentes de seguros. Sonnentag y Kleine (2000) realizaron un estudio en el que participaron 100 agentes de seguros, con una media de 40.4 años de edad, encontrando que la cantidad de tiempo que los participantes dedicaron a la práctica, en el tiempo que se realizó el estudio, estuvo relacionado significativamente con las evaluaciones de los supervisores sobre trabajo de los agentes de seguros. Aunque la cantidad acumulada de tiempo dedicado a la práctica en el pasado no estuvo relacionado con el desempeño del trabajo.
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